Las salsas son un toque mágico que nos permite llenar de sabor un plato sencillo. El principal objetivo de esta es el de servir de acompañamiento, pero también busca que los sabores, aromas, texturas y colores de los platos alcancen su máxima expresión. Según la textura, el aroma o el sabor, una salsa puede acompañar a un plato tanto crudo como perfectamente cocinado, frío o caliente. Un plato puede o no acompañarse con salsa; cuando lo hace por lo general el plato lleva la denominación de “en salsa”, en caso de no llevar, queda a gusto de cada comensal añadir la salsa a su plato.
Las salsas son un elemento importante en cada plato, potenciando el sabor del producto principal, y generando una buen sabor de boca para quien lo deguste; pero también muy delicado, y hay que ir con cuidado a la hora de elegir una, puesto se puede llegar a destrozar un plato en que caso de escoger una salsa errónea. Hay salsas para platos fríos o calientes, pero cada tipo de alimento lleva su salsa.